Septoria [Septoria sp.]
Descripción
La enfermedad está causada por los hongos ascomicetos Mycosphaerella graminicola (forma anamorfa= Septoria tritici) que afecta principalmente a trigo y Stagonospora nodorum (= Septoria nodorum) que afecta a trigo, triticale, centeno, cebada y algunas gramíneas silvestres.
Síntomas y daños
Los síntomas pueden comenzar ya en las hojas de las plántulas, en forma de manchas cloróticas ovales que se desarrollan longitudinalmente entre los nervios de las hojas; más tarde las lesiones toman un color pardo con halo amarillento. El tejido se necrosa, sobre las lesiones se aprecian pequeños puntos castaños claros que son los picnidios, sólo distinguibles a contraluz en S. nodorum y mucho más oscuros y fácilmente visibles en el caso de S. tritici. Habitualmente van subiendo gradualmente desde las hojas más bajas hacia las hojas superiores, pudiendo llegar a las glumas de la espiga (S. nodorum). En caso de sembrar granos infectados, se pueden producir marras de nascencia. En clima favorable el hongo invade el tallo produciendo lesiones necróticas negras.
Ciclo biológico
El hongo hiberna como micelio o como estructuras reproductoras con las esporas (ascosporas) en el interior en semillas (sólo S. nodorum) o restos del cultivo anterior. Desde la recolección hasta la primavera, en periodos de lluvia, rocío, contacto con herramientas, animales o la irrigación dispersan las ascosporas y los conidios formados en el micelio, que infectan tallos y hojas de nuevas plantas (infección primaria). Si estas esporas llegan a la espiga, pueden causar la infección de las semillas (sólo S. nodorum). Penetran en los tejidos a través de los estomas o directamente atravesando la cutícula; una vez dentro, se desarrolla un micelio que provoca la aparición de las manchas foliares. En las lesiones se desarrollan picnidios que liberan nuevos conidios que causan las infecciones secundarias. Para iniciar la infección a S. nodorum le basta un periodo de 3 horas con elevada humedad.
Medidas de prevención y/o culturales
Sembrar variedades poco sensibles. Evitar las siembras precoces. Eliminar ricio de trigo en el periodo intercultivo. Enterrar los restos de cultivo en parcelas que se hayan visto afectadas por la enfermedad. Utilizar semilla tratada cuando provenga de parcelas que se hayan visto afectadas en la primavera. Realizar una fertilización sin excesos de nitrógeno.