Mildiu, el mayor enemigo de la lechuga
En España, y en concreto en la región de Murcia, principal zona productora de lechuga, el Mildiu es considerado como uno de los factores limitantes de la rentabilidad del cultivo.
La enfermedad es capaz de destruir campos enteros en pocos días si las condiciones son favorables.
La enfermedad está causada por el oomiceto de la familia Peronosporacea, Bremia lactucae. Afecta a toda la familia de las lechugas: Astareraceae, incluyendo escarola por ejemplo, tanto al aire libre como en invernadero.
Nombre común: Mildiu
Nombre científico: Bremia lactuace
Recomendaciones para intervenir: tratamientos preventivos desde el momento que se dan condiciones favorables para el desarrollo de la enfermedad. Repetir periódicamente según la presión de la enfermedad y siempre alternando distintos modos de acción.
Síntomas
Los síntomas aparecen en las hojas. Se observan manchas cloróticas en el haz de las hojas y bajo estas manchas, se observa esporulación blanquecina por el envés. Las hojas viejas o que presenten daños suelen verse atacadas primero.
Las condiciones óptimas para la infección son días nublados, con temperaturas superiores a 15ºC y con humedad en las hojas. El proceso de germinación suele producirse tras 5-7 horas de humectación de las hojas y temperatura de 10-21°C. La temperatura óptima para la infección de las plantas es de 15°C, y para la esporulación de 18-22°C. Los síntomas visibles aparecen después de 5-6 días.
Condiciones de sequía y riegos bien controlados, sin excesos, reducen las probabilidades de infección. También se paraliza el desarrollo de la enfermedad con temperaturas superiores a 30ºC.
Métodos de control
Las condiciones propicias para el desarrollo de la enfermedad se dan durante largos periodos de tiempo, por lo que la protección del cultivo de forma preventiva y sistemática es fundamental.
Como métodos químicos se recomienda realizar tratamientos preventivos cuando las condiciones climáticas sean propicias para el desarrollo de la enfermedad. Una vez detectados los primeros síntomas, aplicar de forma periódica y alternando productos con diferente Modo de Acción para poder evitar resistencias.
Asegurar una aplicación homogénea, llegando tanto al haz como al envés de la hoja.