Botrytis en hortícolas: la visión desde el laboratorio

Autores: Mila Santos y Fernando Diánez

¿Cómo prevenir la aparición de Botrytis en cultivos hortícolas?

Es evidente que se ha producido una notable reducción de los fungicidas químicos de síntesis que podemos usar en el control de Botrytis respecto al pasado. Aunque aún el 70% de los formulados están compuestos por materias activas químicas de síntesis, solo hay 16 materias activas distintas en los 21 formulados indicados. Este hecho dificulta hoy más que en el pasado un manejo adecuado de estrategias antiresistencia, especialmente si consideramos que solo en 2 materias activas el riesgo de resistencia según FRAC es considerado bajo, en 4 entre bajo y medio, en 4 medio, en 2 medio a alto y en 3 alto.

Conscientes de la necesidad de seguir innovando y ofreciendo soluciones a los agricultores en BASF trabajamos para ofrecer de forma constante nuevas herramientas y soluciones que permitan avanzar hacia una protección integrada de los cultivos. Por ello, contamos con productos referentes en el mercado cómo por ejemplo Signum® y/o Serifel® .

De las más de 30 especies del género, Botrytis, B. cinerea es la especie más conocida, por ser capaz de afectar a un amplio rango de huéspedes, causando graves pérdidas tanto en pre como en postcosecha. Es un hongo generalista que ataca de una forma diferencial según sea el cultivo, presentando diferentes herramientas para su ataque.

Normalmente, los conidios germinan y penetran a través de la cutícula mediante un punto de anclaje, aunque puede también penetrar por los estomas. Asimismo, la presencia de heridas realizadas en las labores de poda y recolección, así como la presencia de tejido senescente, constituye una de las principales vías de entrada en la planta.

Cuando germina la espora en la superficie de la planta, Botrytis genera una zona de tejido muerto mediante la producción de proteínas inductoras de la muerte celular que, además, neutralizan la respuesta de defensa de la planta. Sin embargo, recientes estudios muestran cómo antes de matar a las células vegetales, Botrytis también se puede comportar como un microorganismo biotrofo, manteniendo el tejido vivo antes de matarlo o multiplicarse en el interior del tejido vegetal como un endófito sin causar ningún daño.

Los síntomas que produce dependen del tejido vegetal que afecta, pero incluye marchitamientos, manchas marrones por podredumbres que avanzan en el tejido desde húmeda a necrótica (Fig. 1) o podredumbres húmedas en frutos que acaban momificados (Fig. 2A, 2B) o la mancha fantasma en frutos (Figura 3).

Este hongo produce además de conidios, estructuras de resistencia tales como esclerocios, y clamidosporas, que germinan cuando las condiciones son favorables, por lo que su supervivencia está garantizada en períodos adversos. Además, es un hongo que puede sobrevivir perfectamente en periodos entre cultivos o en restos vegetales por su capacidad saprofítica. La dispersión del patógeno es mediante el aire, la maquinaria agrícola, tijeras de poda, insectos, etc. La temperatura óptima oscila entre los 10 y 20ºC, pero la humedad es un requisito muy importante para el desarrollo de la enfermedad por lo que la ventilación en invernaderos o bien la reducción de la densidad de plantas juega un papel importante para reducir el desarrollo de la podredumbre gris.

El conocimiento del enemigo es de suma importancia para el manejo de distintas herramientas en el control de la podredumbre gris. Los botricidas existentes en el mercado afectan a diferentes dianas como, por ejemplo, la síntesis de esteroles, o la osmorregulación del hongo, entre otras actividades. Pero la alta tasa de mutación, así como los diferentes métodos de reproducción que presenta (reproducción sexual, asexual y parasexual) hacen que aparezcan cepas altamente resistentes a los fungicidas químicos.

El uso combinado de diferentes probióticos que deben ser aplicados al inicio del desarrollo de la planta, así como el manejo de diferentes agentes de control biológico tales como hongos y bacterias antagonistas, pueden ayudar a mantener una planta sana y un mayor control de la enfermedad.

Muchos de estos microorganismos impiden el establecimiento de la enfermedad, ya sea por cambios en la humedad que presenta la superficie de la planta al ser ocupados por los antagonistas, o por los efectos de inhibición de la germinación de los conidios, aunque los agentes de control biológico tienen diferentes modos de acción.

Por poner un ejemplo, existen bacterias que producen ε -poli-l-lisina (ε-PL), molécula constituida por unos 25-30 residuos del aminoácido l-lisina. Este poli-aminoácido genera estrés osmótico rompiendo el equilibrio iónico entre la membrana interna y externa del hongo. Sea cual sea el mecanismo de acción, es muy importante que la actividad antagónica actúe en las primeras etapas de infección porque una vez que se ha establecido Botrytis poco se puede hacer, por lo que es necesario que la aplicación sea preventiva. Por otra parte, la aplicación por riego de estos microorganismos induce resistencia sistémica en la planta y, en ocasiones, se produce un mayor control de la enfermedad que cuando son aplicados foliarmente.

La aplicación de estos microorganismos ya sea en solitario o en consorcios debe integrarse con las buenas prácticas agrícolas y, sobre todo, tener claro las posibles compatibilidades que presentan con las diferentes materias activas químicas empleadas. Así, en los cultivos intensivos protegidos debemos evitar realizar en la medida de lo posible, las labores de destallado, deshojado y recolección, los días (o incluso durante las horas del día) en que las condiciones ambientales favorezcan que las heridas realizadas permanezcan “frescas” durante mucho tiempo. Condiciones de lluvia, niebla, baja insolación o incluso intervenciones en la planta realizadas en las últimas horas del día, van a retrasar la cicatrización de las heridas y van a dar más oportunidades al ataque del patógeno.

De igual forma, es importante evitar dejar en los pasillos por tiempo muy prolongado los restos de deshojado (más allá de los 2-3 días que se dejan para que se deshidraten parcialmente y reduzcan el volumen antes sacarlos) y los frutos caídos o desechados, ya que sobre estos, el patógeno puede multiplicarse con gran facilidad. La ventilación en los cultivos protegidos mediante la apertura de bandas laterales y cenitales, combinada con el uso de la adecuada densidad de plantación es otro de los elementos que debemos considerar para el control de la enfermedad.

En el siguiente cuadro (Cuadro 1) se recogen los formulados fitosanitarios autorizados actualmente para el control de Botrytis en los cultivos intensivos protegidos del sudeste de España. Como se aprecia en el cuadro 1, el número de formulados es muy variable según el cultivo considerado. Cuando seleccionamos el formulado debemos de considerar entre otros aspectos el plazo de seguridad del mismo, el modo de acción y los posibles riesgos de resistencia a fungicidas de la materia activa aplicada. De los 30 formulados recogidos en el cuadro, 8 son de tipo biológico con múltiples modos de acción (7 microbianos y 1 extracto vegetal). Entre los 22 formulados restantes encontramos un compuesto natural (Laminarin), 18 formulados compuestos por una sola materia activa y 3 por la mezcla de dos materias activas.

Cuadro 1. Formulados fitosanitarios autorizados actualmente para el control de Botrytis en los cultivos intensivos protegidos del sudeste de España.

Es evidente que se ha producido una notable reducción de los fungicidas químicos de síntesis que podemos usar en el control de Botrytis respecto al pasado. Aunque aún el 70% de los formulados están compuestos por materias activas químicas de síntesis, solo hay 16 materias activas distintas en los 21 formulados indicados. Este hecho dificulta hoy más que en el pasado un manejo adecuado de estrategias antiresistencia, especialmente si consideramos que solo en 2 materias activas el riesgo de resistencia según FRAC es considerado bajo, en 4 entre bajo y medio, en 4 medio, en 2 medio a alto y en 3 alto.

Conscientes de la necesidad de seguir innovando y ofreciendo soluciones a los agricultores en BASF trabajamos para ofrecer de forma constante nuevas herramientas y soluciones que permitan avanzar hacia una protección integrada de los cultivos. Por ello, contamos con productos referentes en el mercado cómo por ejemplo Signum® y/o Serifel® .

Catedrática de Protección de Cultivos en el Departamento de Agronomía de la Universidad de Almería

Catedráticos de Protección de Cultivos en el Departamento de Agronomía de la Universidad de Almería.

Martina Vargas, agricultora almeriense nos cuenta su experiencia luchando contra la Botrytis en hortícolas en invernaderos.

Fungicida específico para el control de botritis y esclerotina.

Fungicida biológico de amplio espectro para una protección equilibrada.

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