Los jóvenes y la formación como elementos clave de la imparable transformación digital del sector agroalimentario

Autora: Rosa Gallardo Cobos

La realidad actual del sector agroalimentario nos hace ver que la transformación digital no es ya una opción para ganar competitividad sino una necesidad para poder dar respuesta a los enormes y complejos retos a los que se enfrenta. La digitalización ofrece la posibilidad de avanzar simultáneamente en una mayor producción de alimentos, en la urgente necesidad de proteger el planeta y en una mejor rentabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas.

La transformación digital implica disponer de datos que, convertidos en información, permitan tomar mejores decisiones para optimizar los resultados de los actores de la cadena agroalimentaria. Esto supone hacer un uso más eficiente de todos los recursos a la vez que se puede mejorar el rendimiento, la producción, la calidad de los productos y la seguridad alimentaria, a través de una trazabilidad integral.

Todo ello permite mejorar los beneficios de las empresas, y también reducir las emisiones, el impacto sobre los recursos naturales, el desperdicio, la sobreproducción, los tiempos o las pérdidas, así como un control logístico y una mayor trazabilidad de los productos agroalimentarios hasta el consumidor . En el caso de la agricultura, la transformación digital puede ayudar a mejorar en sentido amplio la gestión de las explotaciones y en ganadería, a responder a las crecientes exigencias de bienestar animal mediante un control estricto de las condiciones y el comportamiento del ganado.

A la industria agroalimentaria, la transformación digital le permite incrementar sus capacidades de control de la calidad y trazabilidad sin precedentes gracias a las nuevas herramientas y soluciones digitales , entre ellas, automatización, robotización y gestión de todas las operaciones en planta. En lo que se refiere a los beneficios para los consumidores finales, las tecnologías y herramientas digitales pueden ayudar a dar una mayor transparencia y trazabilidad a los procesos de producción, acelerar la logística en cuanto a productos frescos, facilitar la compra online y/o a detectar de forma más rápida y eficiente riesgos para la salud.

Las oportunidades económicas, sociales y ambientales son, por tanto, evidentes. La clave para avanzar en este proceso es recopilar datos de buena calidad con nuevas tecnologías y herramientas , almacenarlos y analizarlos para generar soluciones que ayuden en la toma de las decisiones óptimas en la cadena agroalimentaria para aplicarlas haciendo uso también de las nuevas tecnologías disponibles.

Existe un creciente interés por desarrollar una estrategia de interoperabilidad, lo que supone una oportunidad para superar la escasa integración tecnológica de la cadena de valor. Al igual que es imprescindible la conectividad y disponer de datos accesibles, fiables e interoperables que permitan generar la información oportuna, hay dos elementos determinantes para la consolidación del proceso de transformación digital en el sector agroalimentario.

Por un lado, la mayor incorporación de jóvenes que descubran, valoren y se apasionen por un sector esencial , estratégico y con futuro, con altas dosis de innovación, de modernidad y de vanguardia tecnológica. Son ellos los que incorporarán la aceleración necesaria en el ritmo y la intensidad de un proceso de transformación que debe ser imparable. Por otro lado, resulta determinante la formación de técnicos con las competencias digitales necesarias para acompañar al sector en el tránsito digital , permitiéndole aprovechar todo el potencial que esta transformación ofrece.

Son imprescindibles nuevos profesionales que asuman la importancia de un profundo proceso de innovación en el ámbito agroalimentario, con competencias digitales suficientes para responder al reto de la transformación digital.

Se requiere además de un gran esfuerzo para mejorar la capacitación de los diferentes actores implicados en este proceso de transformación para reducir la brecha de adopción de la tecnología existente. No sólo se trata, por tanto, de que la tecnología necesaria esté disponible, sino de adquirir la capacitación suficiente para incorporar la tecnología a la cotidianeidad de las labores a desarrollar en este sector.

En este contexto, sin duda, las Universidades son en parte responsables del impulso de la formación en tecnologías habilitadoras para la transformación digital del sector agroalimentario . Para ello, es preciso actuar tanto en la formación reglada como en la no reglada, y mejorar la interacción entre la formación universitaria y la formación profesional agraria con la investigación, los asesores agrarios y el sector agroalimentario y forestal y el medio rural, creando los ecosistemas que permitan el intercambio de conocimientos y experiencias para hacer efectiva la transformación digital. Uno de los mejores ejemplos al respecto podría ser DATAGRI, foro de referencia que busca impulsar el proceso de transformación digital en el sector agroalimentario desde 2018 y actualmente referencia en España y en la zona Sur de Europa.

Sin duda las tecnologías tienen un enorme potencial para modificar la situación en la que se encuentran la agricultura y los territorios rurales, pero se corre el riesgo de pensar que el reto es solo tecnológico. El relevo generacional , la formación, el necesario cambio cultural o las actitudes son factores determinantes del proceso de transformación digital del sector agroalimentario español. Por tanto, las estrategias para la transformación digital deberán tener siempre en cuenta las condiciones socioeconómicas y las configuraciones sociales y tecnológicas que influyen y son influidas por los procesos de digitalización.

Así, la digitalización del sector agroalimentario es un proceso imparable, no exento de riesgos, pero con enormes oportunidades para la cadena de valor agroalimentaria y para el mundo rural. El potencial es evidente, pero se hace urgente actuar de forma coordinada por parte de todos los actores para lograr la generalización de estos procesos.

Directora de la ETSIAM de la Universidad de Córdoba.

Mediante sensores en el campo y diversas fuentes, Agrigenio recopila datos complejos del viñedo de manera continua y los trata, proporcionando alertas en tiempo real y un claro asesoramiento.

Utiliza la herramienta de BASF AgSolutions Finder para obtener una recomendación de producto específica para tu cultivo.

Arriba