Diario de un agro-nómada digital
Autor: Rubén Villanueva
Lunes, 12 de septiembre de 2052
Gestiono 250 hectáreas de cereal en Tierra de Campos (Palencia) a 13.000 kilómetros de distancia. Vivo y trabajo en Canggu, un pequeño pueblecito de la costa balinesa, conocido como el "hub nómada" de la isla.
Soy tecno-agricultor de 4ª generación. En mis ratos libres entreno algoritmos de predicción para explotaciones agrarias y surfeo olas. Esta mañana, un mensaje de Agro-Alexa me ha despertado. Florencio 2, mi tractor-autónomo, se ha rajado una rueda con un enorme clavo que había por el camino.
El servicio de asistencia que tengo contratado ha emitido de forma instantánea un aviso y en apenas 30 minutos estaba solucionada la incidencia. Por mi histórico de consumo, saben el tipo de ruedas que suelo montar, el rango de precios y las características en función de la época del año, tipo de labor y cultivo. Al tiempo mis tres mini-robots me han enviado unos mapas de suelo para preparar las siembras de otoño. Tengo automatizados los pedidos de fertilizantes en función de los nutrientes que aún conserva la tierra, las cotizaciones de los mercados mundiales de nitratos y fosfatos y las previsiones climáticas para el próximo trimestre.
El sistema manda la orden de compra en el momento óptimo para asegurar la mejor relación calidad-precio. En apenas 24 horas, unos drones autónomos los dejan cargados en la smart-abonadora, que en jornadas de trabajo de 72 horas ininterrumpidas deja la tierra lista para acoger a las semillas. Hoy un virus en el software puede arruinarme la cosecha. Una plaga ya no. Las predicciones de mi algoritmo tienen una fiabilidad del 93%, con una antelación media de 26 días. Esta tarde, antes de coger las últimas olas del atardecer, daré una vuelta por la finca con mis gafas de realidad virtual, MetaAgro es lo más. La nueva app, que además recrea los olores en tiempo real me transporta de forma literal al campo de mí Palencia natal.
El futuro no es lo que era. La agricultura tampoco.
Puede parecer un relato de ciencia-ficción pero en realidad hoy en día la tecnología básica ya está al alcance de cualquier agricultor. En este CAMPOSCOPIO hemos hablado con dos jóvenes agricultores , referentes en el uso e implementación de la agricultura de precisión en la gestión diaria de sus explotaciones.
Antonio Torres, agricultor
Antonio Torres es un agricultor vallisoletano que gestiona una explotación agraria en Villarmentero de Esgueva, en la que siembra trigo, cebada, lentejas y garbanzos. "Basta con un smartphone, del que hoy dispone ya cualquier agricultor, para iniciarse en el proceso de la digitalización de tu explotación agraria . En el mercado se están imponiendo aquellas apps que son muy sencillas a nivel de usabilidad. Mi padre, de edad ya avanzada, navega por la que tenemos para todo lo relacionado con la gestión de cuaderno de explotación de forma muy intuitiva. El tradicional cuaderno de campo ahora es digital", precisa.
De hecho, el Ministerio de Agricultura ha publicado hace poco un Real Decreto en el que se regula el nuevo north_east Sistema de Información de Explotaciones Agrícolas (SIEX) , cuya hoja de ruta prevé que el cuaderno de campo sea 100% digital.
El acceso a la tecnología es ya un exigencia para los productores, ( north_east la nueva PAC y north_east agenda verde la UE así lo determinan, para caminar hacia una producción de alimentos más sostenible) y una necesidad en una coyuntura de aumentos de los costes de los principales insumos, (fertilizantes, gasóleo, semillas, etc..).
En este sentido, Torres da la clave con una elocuente afirmación que lo sintetiza todo:
"Yo ya no tiro abono, lo coloco".
Se refiere a la conjunción de un cuaderno de campo digital, en el que se recogen los datos, y su conexión con la maquinaria agrícola (tractor, cosechadora, abonadoras), que, junto con los mapas de prescripción agrícola, optimizan la aplicación de fertilizantes a lo largo de la explotación en función del estado del suelo en cada una de las zonas.
Marcos Esteve, agricultor
Marcos Esteve, un joven agricultor de 24 años, que durante las últimas 5 campañas ha compaginado sus estudios de ingeniería mecánica con la gestión de su explotación familiar de cereales en Navarra, profundiza en esta cuestión:
" Para digitalizar la gestión de tu explotación lo primero de todo, y fundamental, es obtener datos . Documentar todas las labores que realizamos a lo largo del año. Con ello, podemos conocer en profundidad que está ocurriendo, año tras año, dentro de la parcela", apunta Esteve. Lo siguiente es decidir qué tipo de maquinaria realmente necesito en mi explotación, con eso, comprar los sistemas ISOBUS. Con estas dos premisas ya estamos listos para comenzar la agricultura de precisión.
A partir de aquí el joven agricultor navarro habla de dos niveles. "Ya con datos y maquinaria ISOBUS, se puede empezar a ser más eficientes en el uso de materias primas, menos solape, menos aplicación de producto en la misma superficie, etc., ¿tenemos la posibilidad de tener un mapa de rendimiento? Este ya es un paso al siguiente nivel, saber qué producciones obtenemos en cada zona de la parcela para adaptar la dosis de fertilización", apunta.
Hay medios que lo han bautizado como " north_east el Messi de la agricultura de precisión ". Sus resultados hablan por sí solos. En cuatro años, ha aumentado un 42% el rendimiento en trigo optimizando el uso de fertilizantes y fitosanitarios en más de un 50% y más de un 35% en relación con el uso del gasóleo agrícola. Lo cuenta en apenas 14 minutos en este interesante north_east webinar . Dicen los expertos que, en general, las personas tienen cierta resistencia al cambio, porque cambiar provoca incertidumbre, incomodidad y riesgo. Para poder vencer estas resistencias es necesario apoyarse en las razones que pueden llevar a alguien a aceptar realizar cambios. La ciencia cognitiva sostiene que estas razones son básicamente tres: por miedo, por ilusión o por responsabilidad.
Con este CAMPOSCOPIO queremos acompañar a los profesionales agrarios en el proceso de transformación digital desde la responsabilidad, la ilusión y la creatividad. Por eso, desde BASF Agro se ha lanzado Virtual Farm , una plataforma digital como punto de encuentro agricultores, técnicos y/o cualquier apasionado por la #AgriculturaDelFuturo. A través de la misma, te podrás reunir con expertos y especialistas del sector. Ellos te ayudarán a identificar y superar problemas que te afectan en tu día a día.
Podrás aprender gracias a casos reales de otros agricultores que, como tú, quieren hacer de la (in)formación y de la tecnológica una constante dentro de su explotación. Producir más con menos ya es una realidad al alcance de tu mano. ¿A qué esperas para subirte a la ola digital? Como habrás podido comprobar, no hace falta esperar a 2052 ni ser un agro-nómada digital para surfear con éxito.